Oye, ¿has visto cómo se pone todo en esas escenas de Perdóname? La gente pide clemencia mientras se dan palmadas y se frotan en confesionarios oscuros. Hay una tensión brutal, gimiendo y masturbándose sobre bancos de madera que crujen. En un momento, un rosario viejo cuelga mientras se meten caña, dándole un toque bien sórdido a la cosa.