Imagínate a dos mujeres, tal vez en medias de encaje o totalmente desnudas, turnándose para montar o chupar mientras el tío está atrapado en medio. Podría ser en un cuarto de hotel oscuro, una de rodillas y la otra de pie encima. En algunos momentos, un azote rápido o un gemido fuerte rompe el ritmo. Este formato siempre mantiene las cosas moviéndose con doble atención.