En estos tríos meten a tres en la jugada, desparramados en un sofá desordenado con manos y bocas por todos lados. Se ve cómo uno monta mientras otro lame desde atrás, y hay una escena donde las piernas tiemblan de tanto darle. Hasta se nota un mazo de cartas tirado en el suelo, como si todo empezara con un juego.