Los clips de repartidor mezclan situaciones cotidianas con polvos de repente, como darle caña contra la encimera de la cocina tras dejar un paquete. Los uniformes se quitan a toda prisa, con montadas rápidas y gemidos fuertes. En una escena, hay un portapapeles olvidado en el suelo, sumando al rollo de urgencia mientras las manos agarran por todos lados.