Las escenas de cosquillas arrancan con risas y retorcijones, a menudo en camas suaves o alfombras mullidas, antes de cambiar de marcha. Los dedos bailan sobre piel desnuda, llevando a gemidos más fuertes mientras se calienta con azotes o lamidas. Algunos vídeos meten plumero como accesorio para variar la sensación mientras uno se retuerce debajo del otro.