Los vídeos de recogida van de esos encuentros casuales que terminan en acción rápida. Piensa en estacionamientos o callejones tranquilos donde desconocidos se rozan y provocan sin mucho rollo. En un clip usan un banco viejo y desgastado como lugar principal, con la ropa a medio quitar. Es rápido, directo y desordenado de la mejor manera.