Los clips de comedia mezclan risas con sexo, mostrando a parejas torpes tropezando con accesorios como sombreros gigantes mientras intentan montar. Se enredan en sets de oficina falsos o cuartos de hotel cutres, partiéndose de risa a mitad del polvo. En una escena, un tío se queda atrapado con una peluca de payaso barata, pero sigue dándole caña mientras se le cae.