Las escenas de Assplay van al grano con gente lamiendo y azotando en tomas detalladas. Hay una donde usan un otomano de cuero como base para probar ángulos creativos, cambiando lo de siempre. Imagina a uno de rodillas dándole con la lengua mientras el otro se retuerce, o esa otra con palmadas fuertes que resuenan. La variedad de posturas mantiene todo fresco.