Las escenas de vecinos se meten en la fantasía de interacciones a corta distancia, con escenarios en apartamentos de paredes finas o cercas de patio trasero donde pasan cosas rápidas. En un momento, una pareja está pegada a la baranda de un balcón compartido al atardecer. Todo se centra en intercambios furtivos, como lamidas o toques en espacios apretados.