Piensa en esos momentos pillados por cámaras ocultas, como alguien dándole caña en una oficina mal iluminada sin saber que lo graban. El vídeo muestra cada movimiento y caricia a través de una imagen granulada, a veces escondida tras una estantería. Hay una escena con una camarita metida entre libros polvorientos, captándolo todo.