En estas escenas de puño anal no se guardan nada, se ve cómo las manos entran despacito mientras se escuchan gemidos fuertes, a veces sobre un colchón de cuero grueso. Hay momentos donde los dedos exploran con cuidado antes de ir más profundo, y el cuerpo tiembla con cada movimiento. También se nota el brillo del lubricante corriendo por la piel.