Imagínate esos momentos calientes cuando una ex aparece en tu puerta y, de repente, están dándole duro en el sofá, con viejos rencores avivando cada embestida. La energía cruda de estas escenas, a menudo en dormitorios conocidos con sábanas arrugadas, se nota. A veces hay fotos viejas de fondo mientras uno agarra las caderas del otro con fuerza.